¿Reina de la belleza? Jesús la llamó ya de niña

Esmeralda Solís González está convencida de que eligió lo mejor para ella

El Seminario Diocesano de Guadalajara, la capital del Estado de Jalisco, es uno de los más numerosos del mundo y con 15 santos en su haber, Jalisco podría ser la provincia eclesiástica americana con el mayor número de santos que existe en la actualidad.

Entonces no resulte tan complejo entender la decisión tomada este año da la joven de 20 años Esmeralda Solís González  después de ser coronada reina de la belleza por su pueblo de Valle de Guadalupe, a formarse como religiosa entre las Misioneras Clarisas del Santo Sacramento.

Esmeralda, hija de una familia profundamente católica,  entró al convento de las Misioneras Clarisas del Santo Sacramento y de los Pobres de Cuernavaca. También abandonó su carrera como Nutrióloga para hacerse monja el pasado 25 de marzo, en el Día de la Anunciación que es el día del gran Sí de María.

Había conocido a las clarisas hacía cinco años. La vocación que creció en ella. Luego de ser elegida reina de la belleza de Valles de Guadalupe, pudo haber seguido hacia el concurso estatal y quizá al nacional de Señorita México.

Pero decidió otro tipo de camino. Y declaró: “Era muy feliz con todo lo que tenía, pero no se compara con la nueva felicidad que Dios ha puesto en mi corazón”. Ahora quiere servir a Cristo “del modo más radical”: sirviendo en la misión de su nueva casa de formación religiosa.

Lejos de lo que, quizás, pensarían jóvenes de su edad y con su belleza, Esmeralda cree firmemente que eligió mejor; que eligió a Jesús.

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