Papa Francisco: Hay que acercarse al que sufre, para devolverle su dignidad

Durante la misa de hoy celebrada en la Casa Santa Marta, Papa Francisco subrayó que la compasión no es lo mismo que la pena, “la compasión te implica con el que sufre, te remueve las entrañas y te lleva a acercarte a esa persona”.

“La compasión es un sentimiento que te implica, es un sentimiento del corazón, de las entrañas, que te implica por completo. La compasión no es lo mismo que la pena, no es lo mismo que decir: ‘qué pena, pobre gente’. No, no es lo mismo”.

Por otra parte, “la compasión hace que te impliques. Es un ‘compartir con’. Eso es la compasión”. Francisco explicó que eso es lo que hace Jesús en el Evangelio del día, cuando camino de Naín, rodeado por una multitud que esperaba sus palabras, se encontró con el entierro de un niño. Jesús, al ver a la madre, una mujer viuda, sintió lastima, se acercó al ataúd y al tocarlo el niño resucitó.

Papa Francisco“El Señor se implicó con aquella viuda, con aquel huérfano –observó el Papa –. Estaba rodeado por una multitud: ¿Por qué dedicarle el tiempo a aquella viuda, a aquel huérfano pudiendo hablar a toda una multitud? Podemos pensar que lo que le pasó a aquella viuda es la vida: ‘Así es la vida, son tragedias que suceden…’. ¡No! Para Él era más importante aquella viuda o aquel huérfano muerto que la multitud a la cual estaba hablando y que le seguía. ¿Por qué? Porque su corazón, sus entrañas, se habían implicado. El Señor, con su compasión, se implicó en este caso. Tenía compasión”.

La compasión también requiere acercarse al que sufre, para devolverle su dignidad: “acercarse y palpar la realidad. Tocar esa realidad. No limitarse a mirarla desde lo lejos. Primera palabra: ‘tuvo compasión’. Segunda palabra: ‘se acercó’. Después hace el milagro y no dice: ‘Hasta pronto, yo continúo mi camino’. No. Toma en brazos al muchacho, ¿y qué hace?: ‘Lo restituye a su madre’. ‘Restituir’, esa es la tercera palabra. Jesús hace el milagro para restituir, para devolver a la persona a su lugar. Y eso es lo que hizo mediante la redención. Tuvo compasión, se acercó a nosotros en su hijo, y nos restituyó a todos la dignidad de los hijos de Dios. Nos ha rehecho a todos”.

Con esta acción, Jesús invita a que sus discípulos a que hagan lo mismo, que muestren esa compasión que exige acercarse al que sufre, participar a su sufrimiento. “Tantas veces miramos en los telediarios o en las portadas de los periódicos las tragedias que suceden en el mundo: ‘En aquel país los niños padecen hambre, en aquel otro los niños son reclutados como soldados, en aquel otro las mujeres sufren la esclavitud, en aquel otro… ¡Cuánta calamidad! Pobre gente… ‘. Pero luego paso de página, o cambio de canal y me pongo una serie o la telenovela. Eso no es cristiano”.

“La pregunta que debo hacerme al ver todas esas tragedias –concluyó el Papa– es: ‘¿Soy capaz de tener compasión? ¿De rezar? Cuando veo todas esas cosas que me llegan a casa a través de los medios de comunicación… ¿se me remueven las entrañas?”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 7, 11-17: https://www.laluzdemaria.com/2017/09/19/evangelio-de-hoy-92/ 

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