Conoce la ciudad que cambió gracias a la oración al santísimo

Ciudad Juárez Chihuahua fue considerada entre 2008 y 2010 como una de las ciudades más peligrosas del mundo, debido a la violencia del narcotráfico y las constantes luchas de poder y territorio entre los cárteles. Pero salió de esa lista debido a una importante disminución de homicidios, en el 2010 fueron 3 766, mientras que para 2015 fueron 256.

A pesar de que esta baja se debe al despertar de la sociedad y a un mejoramiento del trabajo de las autoridades, el P. Patricio Hileman, encargado de formar capillas de Adoración Perpetua en Latinoamérica, asegura que existe una razón más profunda: Jesús Sacramentado.

“Cuando una parroquia adora a Dios día y noche, la ciudad es transformada”, afirmó el P. Hileman.

Según lo relatado por el padre a Radio María Argentina en 2013 los misioneros abrieron la primera capilla de Adoración Perpetua en Ciudad Juárez. En aquel tiempo “morían 40 personas por día porque se estaban disputando la ciudad dos grupos de narcos para pasar la droga a Estados Unidos”.

Era una guerra entre los cárteles de Juárez y de Sinaloa. El padre Hileman abundó en que “los párrocos contaban que no se acababa la guerra porque un grupo de militares estaban con (un grupo de) narcos y los policías estaban con el otro grupo. Mataban a la gente, quemaban las casas para que se fueran, para disputarse la ciudad”.

Uno de los párrocos pidió a los misioneros abrir una capilla de Adoración Perpetua porque aseguraba que “solamente Jesús nos va a salvar de esto, solamente Jesús nos puede dar seguridad”. Los misioneros tardaron solo 3 días para construirla.

Hileman contó que un día cuando la ciudad se encontraba en estado de sitio, una señora se dirigía a la capilla para hacer su Hora Santa, a las 3 de la madrugada, cuando fue interceptada por militares que le preguntaron hacia dónde se dirigía.

Cuando la mujer les contó a dónde se dirigía, los militares le cuestionaron, puesto que todo se encontraba cerrado a esa hora, entonces la mujer los invitó a acompañarla. Cuando llegaron a la capilla los militares se encontraron con “6 mujeres haciendo la Hora Santa a las 3 de la madrugada”, afirmó el P. Hileman.

La señora les recalcó a los soldados “¿ustedes creen que nos protegen a nosotros? Nosotros estamos 24 horas por día rezando por ustedes”. Uno de ellos cayó “llorando con su arma frente al Santísimo. Al día siguiente, a las 3 de la madrugada, lo vieron de civil haciendo la Hora Santa llorando a mares”, subrayó.

Después de dos meses desde que se abrió la capilla el párroco “nos llama y nos dice: Padre, desde que se inauguró la capilla no hay un solo muerto en Ciudad Juárez, hace dos meses que no muere nadie”. “Hicimos diez capillitas en un año”, dijo el P. Hileman.

Además “en ese entonces se estaba por cerrar el seminario porque solo había 8 seminaristas y ahora son 88. El Obispo me comentó que todos esos nuevos seminaristas habían participado en las Horas Santas”.

“Eso es lo que hace Jesús en una parroquia” cuando las personas entienden “que la seguridad la encontramos en Cristo” señaló El P. Hileman que también destacó que “los milagros más grandes ocurren en la madrugada”.

El padre dijo que en la madrugada en la madrugada “es cuando estás más tranquilo, cuando escuchas mejor a Dios, tu mente está más calmada, tu corazón, estás solo para Dios. Si tú eres generoso con Jesús él es mil veces más generoso contigo”.

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