Esta aparición de la Inmaculada Concepción te conmoverá

Inmaculada Concepción

Entre febrero y julio de 1858, a los pies de los Pirineos, la “Inmaculada Concepción” se le apareció a Bernadette Soubirous, de 14 años, con el fin de transmitirle una llamada por la conversión de los pecadores.

La “Señora” invitó al mundo a penitencia y pidió que se construyera un santuario sobre el vertedero en el que acontecieron las apariciones.

Bernadette, la niña asmática de la familia más pobre de la ciudad, se convirtió pronto en objeto de descrédito, a pesar del escarnio y de la sospecha, sin embargo se mantuvo perseverante en la obediencia que aprendió en la “Escuela de María”, conforme el término usado por el papa Pío XII.

Gracias a su sumisión a las orientaciones de la Señora fue como brotó en aquel lugar una fuente cuyas aguas dotadas de poderes de curación realizaron alrededor de 70 milagros ya confirmados por la ciencia y por la iglesia, además de otros millares de milagros que no se comprobaron.

La menor transmitió al párroco la petición de la Señora de que se construyera una capilla sobre la gruta, en un principio rechazó el pedido, pero después de un tiempo, la escasa instrucción de Bernadette acabó sirviendo para confirmar la autenticidad de esos eventos sobrenaturales.

Las autoridades impedían que las multitudes visitaran el lugar, intentaron forzar una condena por parte del obispo, que llegó a crear una comisión de investigación. Para 1862 las apariciones fueron declaradas auténticas, y para 1876 la basílica sobre la gruta fue consagrada finalmente.

Debido a estas apariciones en Lourdes, el dogma de la Inmaculada Concepción se difundió ampliamente.

Bernadette murió en un convento, escondida del mundo, veinte años después de la última aparición.

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