La fundación ‘Fratelli dell’Ave Maria’ es responsable de recoger contribuciones para niños discapacitados y cada año organiza peregrinaciones en toda Italia. Detrás del origen de esta obra benéfica, hay un milagro ‘escondido’ y luego ‘sacado a la luz’ en 1960 por el Papa Pablo VI, cuando aún era simplemente el Cardenal Montini. El milagro en cuestión es la curación de Maddalena Carini de la tuberculosis.
Nacida el 11 de marzo de 1917, Maddalena comienza a tener problemas pulmonares a los 10 años, brotes de enfermedad a la pleura, raquis dorsal, al peritoneo se suceden y la obligan a curarse hasta los 20 años. Durante ocho años, el tratamiento continúa en casa, pero sin efecto, por lo tanto, los miembros de su familia comienzan a visitar todos los hospitales en busca de una cura definitiva, pero sin ningún éxito.
La situación es desesperada, a Maddalena y a su familia no queda que confiar en el Señor. Van en peregrinación a la cueva de Sanremo (Italia) y, en agosto, la chica se siente mejor de repente. Madalena por primera vez en 20 años no siente dolor, pero al principio decidió no decir nada. En el camino de regreso, la joven comunica su sensación de estar curada y después de los controles médicos de rutina, se envía un legajo al Arzobispo de Milán, pero por alguna razón se ignora.
Pasan 12 años y el cardenal Montini recupera la historia de la curación de Maddalena, y en poco tiempo, el futuro Papa, reconoce oficialmente el hecho como “curación milagrosa“.
