Poderosísimo Santo Niño:
te saludo, te alabo en este día
y te ofrezco estos rezos:
(tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias),
en memoria de la jornada que hiciste
encarnado en las purísimas e inmaculadas entrañas
de tu dulce y amabilísima Madre,
Por la fe que en ti tengo, escucha mis ruegos,
por la confianza que en ti deposito,
concédeme lo que con humildad solicito:
(pedir lo que se desea alcanzar).
Yo, que te amo sobre todas las cosas,
quiero alabarte sin cesar,
junto a los coros de Querubines y Serafines,
adornados de perfectísima sabiduría.
Espero, preciosísimo Santo Niño de Atocha,
Sé que no saldré desconsolado de ti,
y que además tú me concederás una buena muerte,
para así acompañarte en el Belén de la Gloria.
Amén.
Rezar la Salve y el Credo.
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