Poderosísimo Santo Niño:
te saludo, te alabo en este día
y te ofrezco estos rezos:
(tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias),
en memoria de la jornada que hiciste
encarnado en las purísimas e inmaculadas entrañas
de tu dulce y amabilísima Madre,
Por la fe que en ti tengo, escucha mis ruegos,
por la confianza que en ti deposito,
concédeme lo que con humildad solicito:
(pedir lo que se desea alcanzar).
Yo, que te amo sobre todas las cosas,
quiero alabarte sin cesar,
junto a los coros de Querubines y Serafines,
adornados de perfectísima sabiduría.
Espero, preciosísimo Santo Niño de Atocha,
Sé que no saldré desconsolado de ti,
y que además tú me concederás una buena muerte,
para así acompañarte en el Belén de la Gloria.
Amén.
Rezar la Salve y el Credo.
En el Evangelio del día del 28 de octubre, Jesús nos muestra que toda vocación… Read More
En el Evangelio del día del 27 de octubre, Jesús nos revela que la verdadera… Read More
En el Evangelio del día del 26 de octubre, Jesús nos habla de la única… Read More
Hay una palabra que atraviesa el Evangelio del día del 25 de octubre como un… Read More
En el calendario de los grandes eventos del Año Santo, el 11 y 12 de… Read More
Hay un profundo pensamiento de San Carlo Acutis que encierra en pocas palabras un gran… Read More