Dijo Jesús a sus discípulos:
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
En la tradición católica, existe una jerarquía angélica bien definida, dividida en "coros", cada uno… Read More
San Juan, dentro del cristianismo primitivo, desempeñó un papel de primerísima importancia. También en lo… Read More
El Santo Pontífice Juan Pablo II pronunció palabras sobre el dolor que, aún hoy, nos… Read More
Hay un aspecto de la Virgen María conocido por pocos. Este aspecto podría cambiar definitivamente… Read More
Hay una fuerza oculta que puede cambiar nuestra forma de pensar, de hablar y de… Read More
Cada Santa Misa es un encuentro. ¿Pero con quién? La sorprendente enseñanza de Benedicto XVI… Read More