Todos conocen el amor que el Papa Juan Pablo II tuvo con el Rosario. De hecho a lo largo de su vida ha actuado, viviéndolo como un momento contemplativo en su días, tanto los ordinarios, pasó en los compromisos de la vida, como sea en la oficina, como sacerdote, obispo y Papa, tanto en los momentos extraordinarios de un viaje, durante la estancia en el hospital, la temporada de vacaciones, en la terraza del palacio apostólico o en los jardines de Castel Gandolfo.
El Rosario es una escuela de contemplación, que acompaña al alma en el camino espiritual de los primeros pasos de la oración orales a los líderes de la oración mística. Juan Pablo II enseñó el Rosario, en el servicio más verdadero y más rico. En cierta medida, también reformó el, enriqueciendo de las misterios de la luz, como para contemplar la meditación sobre la vida de Jesucristo y María, cubriendo el tiempo de su vida pública y recordando los acontecimientos más importantes de la misma.
“El Rosario es también un camino de anuncio y de estudio.” Evangelizar y ser evangelizada de continuo. El Rosario es una misión apostólica, cuya fuerza y eficacia provoca conversiones y hacer perseverar en el bien.
A veces el camino espiritual parece detenerse ante nuestros límites. Pero justamente allí, en el… Read More
Hay palabras de los santos que parecen susurros, pero en realidad abren horizontes inmensos.La reflexión… Read More
En el Evangelio del día del 27 de noviembre, la liberación cercana emerge entre imágenes… Read More
La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More
La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More
La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More