Muchas personas creen que la oración es una manera eficaz de buscar la paz. La oración y la meditación pueden ser buenas para tu salud, especialmente cuando se trata de reducir la presión arterial. Estar físicamente bien puede darte la paz en un momento difícil. Así que, concéntrate y reza.
Aquí cinco oraciones que pueden reducir tu estrés y que esperamos que te den la paz que estás buscando.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Yo me refugio en ti, Señor,
¡que nunca me vea defraudado!
Líbrame, por tu justicia;
inclina tu oído hacia mí
y ven pronto a socorrerme.
Sé para mí una roca protectora,
un baluarte donde me encuentre a salvo,
porque tú eres mi Roca y mi baluarte:
por tu Nombre, guíame y condúceme.
Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi refugio.
Yo pongo mi vida en tus manos:
tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.
Oh Señor, te invocamos en este tiempo de sufrimiento,
danos la fuerza y la voluntad de llevar nuestras pesadas cargas,
hasta que podamos volver a sentir el calor y el amor de
tu compasión divina. Míranos y ten misericordia
de nosotros que luchamos para comprender las dificultades de la vida.
Mantennos siempre contigo, hasta que podamos caminar nuevamente con
corazones de luz y espíritu renovado.
Levanto mis ojos a las montañas:
¿de dónde me vendrá la ayuda?
La ayuda me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Él no dejará que resbale tu pie:
¡tu guardián no duerme!
No, no duerme ni dormita
él guardián de Israel.
El Señor es tu guardián,
es la sombra protectora a tu derecha:
de día, no te dañará el sol,
Dios Todopoderoso, te damos gracias por nuestras vidas, por tu gran misericordia y la gracia que recibimos. Te damos gracias por tu fidelidad, aunque nosotros no te hayamos sido fieles. Señor Jesús, te pedimos que nos des toda la paz posible a nuestra mente, cuerpo, alma y espíritu. Queremos que cures y quites todo lo que está causando estrés, dolor y tristeza en nuestras vidas.
Por favor, guía nuestro camino a través de la vida y que nuestros enemigos estén en paz con los demás. Venga tu reinado de paz a nuestra familia, a nuestro lugar de trabajo y a todo lo que esté en nuestras manos.
Que tus ángeles de paz vayan por delante de nosotros cuando salimos y permanezcan a nuestro lado cuando volvamos.
En nombre de Jesús, Amén.
En el Evangelio del día del 28 de octubre, Jesús nos muestra que toda vocación… Read More
En el Evangelio del día del 27 de octubre, Jesús nos revela que la verdadera… Read More
En el Evangelio del día del 26 de octubre, Jesús nos habla de la única… Read More
Hay una palabra que atraviesa el Evangelio del día del 25 de octubre como un… Read More
En el calendario de los grandes eventos del Año Santo, el 11 y 12 de… Read More
Hay un profundo pensamiento de San Carlo Acutis que encierra en pocas palabras un gran… Read More