Para rezar con confianza y fe
Tú preferiste que tus ojos fueran arrancados
en lugar de negar la fe y contaminar tu alma.
Y Dios, a través de un milagro extraordinario,
los reemplazó con otro par de ojos perfectos
para recompensar vuestra virtud y fe,
Preserva también los ojos de mi alma, la fe,
a través de la cual puedo conocer a mi Dios,
Oh, santa Lucía, protege mis ojos y conserva mi fe.
Amén.
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