R/. Sacaste mi vida de la fosa, Señor
En mi aflicción clamé al Señor
y me atendió;
desde el vientre del abismo pedí auxilio,
Me arrojaste a lo profundo en alta mar,
me rodeaban las olas,
tus corrientes y tu oleaje
pasaban sobre mí. R/.
Yo dije: «Me has arrojado de tu presencia;
quién pudiera ver de nuevo tu santo templo.» R/.
Cuando se me acababan las fuerzas
me acordé del Señor;
llegó hasta ti mi oración,
La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More
La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More
La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More
El día del Hijo del hombre es un llamado que atraviesa los siglos, una invitación… Read More
En Belén, la Gruta de la Natividad vuelve a ser símbolo de luz y renacimiento.… Read More
En el mensaje dirigido a la Conferencia Nacional sobre las Adicciones, el Papa León XIV… Read More