En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»
Palabra del Señor
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