Sal 30,5-6.14.15-16
R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia
Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
Pero yo confío en ti, Señor;
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
San Juan, dentro del cristianismo primitivo, desempeñó un papel de primerísima importancia. También en lo… Read More
El Santo Pontífice Juan Pablo II pronunció palabras sobre el dolor que, aún hoy, nos… Read More
Hay un aspecto de la Virgen María conocido por pocos. Este aspecto podría cambiar definitivamente… Read More
Hay una fuerza oculta que puede cambiar nuestra forma de pensar, de hablar y de… Read More
Cada Santa Misa es un encuentro. ¿Pero con quién? La sorprendente enseñanza de Benedicto XVI… Read More
Una poderosa invitación, en algunos aspectos inesperada, resuena en las palabras de una de las… Read More