“Queridos hijos, mi Hijo, que es la Luz del amor, todo lo que ha hecho y lo que hace lo hace por amor; así también vosotros, hijos míos, cuando vivís en el amor y amáis a vuestro prójimo, hacéis la voluntad de mi Hijo. Apóstoles de mi amor, haceos pequeños, abrid vuestros corazones puros a mi Hijo para que pueda obrar por medio de vosotros; con la ayuda de la fe colmaos de amor. Pero, hijos míos, no olvidéis que la Eucaristía es el corazón de la fe: es mi Hijo que os nutre con su Cuerpo y os fortalece con su Sangre; este es el milagro del amor. Mi Hijo, que está siempre y nuevamente, viene vivo y da vida al alma. Hijos míos, viviendo en el amor hacéis la voluntad de mi Hijo y Él vive en vosotros. Hijos míos, mi deseo materno es que lo améis cada vez más, porque Él os llama con su amor, os da amor para poder difundirlo a todos a vuestro alrededor. Por medio de su amor, como Madre estoy con vosotros para hablaros de las palabras de amor y de esperanza, para hablaros de las palabras eternas que triunfarán en el tiempo y sobre la muerte, para invitaros a ser apóstoles de mi amor. Os doy las gracias”.
La Reina de la Paz ha bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos. Después, como la Reina de la Paz desea, los sacerdotes han bendencido a todos los presentes y todos los objetos religiosos.
En el corazón de Roma, a finales del siglo XVI, una decisión papal contribuyó a… Read More
La lectura del Evangelio del día del 19 de agosto nos pone delante de palabras… Read More
Con el Evangelio del día del 18 de agosto nos encontramos ante un encuentro que… Read More
Con el Evangelio del día del 17 de agosto nos encontramos ante un anuncio de… Read More
El Evangelio del día del 16 de agosto nos presenta uno de los gestos más… Read More
El Evangelio del día del 15 de agosto nos ayuda a contemplar uno de los… Read More