En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. Está mandado: “El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio.” Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.»
Palabra del Señor
En la tradición católica, existe una jerarquía angélica bien definida, dividida en "coros", cada uno… Read More
San Juan, dentro del cristianismo primitivo, desempeñó un papel de primerísima importancia. También en lo… Read More
El Santo Pontífice Juan Pablo II pronunció palabras sobre el dolor que, aún hoy, nos… Read More
Hay un aspecto de la Virgen María conocido por pocos. Este aspecto podría cambiar definitivamente… Read More
Hay una fuerza oculta que puede cambiar nuestra forma de pensar, de hablar y de… Read More
Cada Santa Misa es un encuentro. ¿Pero con quién? La sorprendente enseñanza de Benedicto XVI… Read More