«También esta noche la Virgen ha venido alegre y feliz y, al inicio, nos ha saludado a todos con su saludo maternal: “Alabado sea Jesús, queridos hijos míos”. Después ha extendido sus manos y ha orado un tiempo prolongado sobre todos nosotros. Luego la Virgen ha dicho:
“Queridos hijos, también hoy os invito a la paz, decidíos por la paz, decidíos por Jesús: Él es vuestra paz. Encaminaos junto a Él. Sed mis apóstoles de la paz. Por lo tanto, orad y no os canséis en la oración. Oro por todos vosotros e intercedo por todos vosotros junto a mi Hijo. Gracias queridos hijos, por la perseverancia en hacer el bien y porque junto a vosotros realizo mis proyectos a través de mi venida aquí”.
Luego la Virgen ha orado por un periodo de tiempo sobre todos nosotros, nos ha bendecido a todos con su bendición maternal y ha bendecido todo aquello que habéis traído para ser bendecido. Os he encomendado a todos a la Virgen: vuestras necesidades, vuestras intenciones, vuestras familias y en particular a los enfermos. Luego la Virgen ha continuado orando sobre todos nosotros y en esta oración se ha marchado en el signo de la luz y de la cruz con el saludo: “Id en paz, queridos hijos míos”».