R/. Dios es mi refugio en el peligro
Líbrame de mi enemigo, Dios mío,
protégeme de mis agresores;
líbrame de los malhechores,
sálvame de los hombres sanguinarios. R/.
Mira que me están acechando
y me acosan los poderosos.
Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
sin culpa mía, avanzan para acometerme. R/.
Estoy velando contigo, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;
Yo cantaré tu fuerza,
por la mañana aclamaré tu misericordia:
porque has sido mi alcázar
y mi refugio en el peligro. R/.
Y tañeré en tu honor, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar. R/.
La página del Evangelio del día del 21 de agosto nos introduce en una parábola… Read More
Una invitación fuerte y universal llega desde Roma: el Papa León XIV llama a los… Read More
En el corazón de Roma, a finales del siglo XVI, una decisión papal contribuyó a… Read More
La lectura del Evangelio del día del 19 de agosto nos pone delante de palabras… Read More
Con el Evangelio del día del 18 de agosto nos encontramos ante un encuentro que… Read More
Con el Evangelio del día del 17 de agosto nos encontramos ante un anuncio de… Read More