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Así protegió el “Santo Cristo del Atentado” a la Virgen de Guadalupe

El atentado que se hizo contra la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe, fue el 14 de noviembre de 1921, cuando se celebraba la Santa Misa en la Antigua Basílica de Guadalupe, debida a la toma de posesión de una prebenda en el coro, por el Pbro. Antonio Castañeda; terminado el evento religioso, el sacristán se acercó al presbiterio, acudiendo al llamado de los canónigos. A las 10:30 a.m., de entre un grupo de personas, caminó hacia delante un hombre pelirrojo ataviado con un overol azul, quien colocó un ramo de flores en el altar. Todo parecía normal, pero de repente se produjo una tremenda explosión que sacudió los muros de la Basílica; había estallado una bomba a los pies de la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe.

Con la explosión, se cayeron los candeleros, flores, cortinas que enmarcaban el cuadro de la Santísima Virgen y un pesado crucifijo de bronce se dobló hacia atrás por el estallido; esta deformación hizo que los fieles le llamaran el “Señor del atentado” o “Cristo del Atentado”

Después del atentado la imagen de la Virgen de Guadalupe que estaba protegida por un cristal, no sufrió ningún daño; dentro de la misma Basílica y en edificios cercanos, hubo varios vidrios rotos. La comisión pericial nombrada por la Iglesia, declaró que el dispositivo con que se llevó a cabo la explosión fue un cartucho de dinamita marca Hércules, que eran utilizados para trabajos de minería; que fue colocado en el ángulo que formaban la plancha de mármol de la parte posterior del altar que se fisuró y la placa inferior del marco de la imagen de la Santísima Virgen.

El domingo 18 de noviembre de 1921, ACJM organizó una peregrinación, que caminó por el Centro Histórico, la Calle de Madero, la Iglesia de San Francisco, hasta llegar al Zócalo; ahí se hizo un acto de desagravio, se cantó el “Te Deum” acompañado con las campanas de Catedral, se ofició la Santa Misa solemne para dar gracias por haber salvado la milagrosa imagen de Santa Maria de Guadalupe.

Actualmente podemos visitar la imagen de Cristo deformada, a la entrada de la Nueva Basílica.