Creo, Señor, que puedes sanarme,
pero me tiembla el pulso mientras espero tu sanación.
La tentación de dudar hace tambalear mi ser y acrecienta mis dudas,
pero a pesar de no ser digno de que vengas a mí,
quiero seguir creyendo que lo haces y me salvas.
Aumenta mi fe Señor y fortalece mi espíritu.
Lléname de esperanza de salvación,
Amén.
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