Amado Ángel de mi guarda, Ángel de la luz de Dios, a quien Dios me envió como compañero en la tierra, protégeme de las trampas del demonio, y ayúdame a caminar siempre como un hijo de Dios, mi Creador.
Ángel de la verdad de Dios, cuyo conocimiento perfecto sirve a lo que es verdad, protégeme de engaños y tentaciones. Ayúdame a conocer la verdad y siempre vivir por la verdad.
Ángel del amor de Dios, que alaba a Jesucristo, el Hijo predilecto de Dios, quien sacrificó Su vida por amor de nosotros, sosténme mientras aprendo los caminos del amor Divino, de generosidad sacrificial, de mansedumbre y humildad de corazón.
Gracias, mi amigo celestial, por tu cuidado y protección vigilante.
En el momento de mi muerte, llévame al cielo, donde el único Dios verdadero, Quién es la luz, la Verdad y el Amor, vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
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