En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Palabra del Señor
El Evangelio del día del 21 de septiembre nos anima con una parábola inesperada. Un… Read More
En la Pacem in terris, Juan XXIII denuncia la ilusión de una paz fundada en… Read More
En el Jubileo de los Jóvenes 2025, León XIV recordó una de las frases más… Read More
León XIV se reunió con los obispos de nueva nominación en el Aula del Sínodo.… Read More
La vida encuentra su esplendor más auténtico en un contexto muy preciso. San Carlo Acutis… Read More
Entre las oraciones cristianas, el Padre Nuestro custodia un misterio de intimidad y confianza que… Read More