R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R/.
Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R/.
Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R/.
Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. R/.
Yo soy tu siervo: dame inteligencia,
y conoceré tus preceptos. R/.
La explicación de tus palabras ilumina,
En el corazón de Roma, a finales del siglo XVI, una decisión papal contribuyó a… Read More
La lectura del Evangelio del día del 19 de agosto nos pone delante de palabras… Read More
Con el Evangelio del día del 18 de agosto nos encontramos ante un encuentro que… Read More
Con el Evangelio del día del 17 de agosto nos encontramos ante un anuncio de… Read More
El Evangelio del día del 16 de agosto nos presenta uno de los gestos más… Read More
El Evangelio del día del 15 de agosto nos ayuda a contemplar uno de los… Read More