Hoy 4 de diciembre celebramos la Fiesta de San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia y defensor de la veneración de imágenes y reliquias de los santos. “Dado que ahora Dios ha sido visto en la carne y ha vivido entre los hombres, yo represento lo que es visible en Dios”
Nadie está en el cielo
más cerca de la Divinidad simplicísima que tú
que tienes asiento sobre la cumbre de los querubines
y sobre todos los ejércitos de los serafines,
y por esto no es posible que tu intercesión sufra repulsa,
ni que sean desatendidos tus ruegos.
No nos falte tu auxilio
mientras vivamos en este mundo perecedero;
alárganos tu mano,
Por ti esperamos que,
al cerrar a este destierro los ojos de la carne,
se abrirán los del alma
para anegarse en aquel piélago
de soberana hermosura,
de suavísimos deleites,
por el cual, ansiosamente,
suspiran las almas regeneradas
A El por ti, Señora,
rendimos gloria y alabanza,
con el Padre y el Espíritu Santo,
ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.
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