Oh Señor, tu sabes todo acerca de mi y mi familia.
Tú no tienes necesidad de tantas palabras porque ves la pérdida, la confusión,
el miedo y la dificultad para relacionarnos con mi esposo/a en forma sana y positiva.
Tu sabes cuánto me hace sufrir esta situación.
Tu conoces las causas ocultas de todo esto,
esos motivos que yo no alcanzo a comprender completamente.
Por esa falta de comprensión siento tanta impotencia,
sin tu auxilio no puedo resolver esto, necesito urgente de tu ayuda.
Tantas veces me pongo a pensar que es culpa de mi esposo/a,
de nuestros padres o suegros, del trabajo, de los hijos,
pero me doy cuenta que la culpa no está toda de un sólo lado,
y también yo tengo mi responsabilidad en esto.
Oh Padre, en el nombre de Jesús y por intercesión de María,
danos a mí y a mi familia tu Espíritu, que nos traiga a todos
la luz para buscar la verdad, fuerza para superar la dificultad,
amor para vencer cada egoísmo, tentación y división.
Que tu Espíritu me sostenga para declarar mi voluntad
firme de permanecer fiel a mi esposo/a
así como he declarado frente a ti y frente a la Iglesia al momento de mi matrimonio.
Deseo dedicarte más tiempo a ti Señor, y permanecer para ti disponible.
Te ofrezco mi perdón hacia mi esposo/a,
pidiéndote que ambos podamos recibir tu Gracia en una plena reconciliación
a través de una renovada comunión en torno a Ti, como centro de nuestro hogar
como centro de nuestra familia, entendiendo que el amor en un matrimonio
no es verdadero amor, y está condenado al fracaso cuando no
se ama más a Dios que a mi cónyuge o a mis hijos.
Te pido todo esto para tu mayor Gloria
y para el bien de nuestra familia.
Amén
Maria, Madre dulce, Madre nuestra,
frente a ti pongo todas las familias
que viven momentos de dificultad y de crisis
Madre querida,
tenemos necesidad de tu rostro sereno
para poder comprendernos,
de tu tranquilidad para poder dialogar,
de tu amor para consolidar el nuestro
y de tu fuerza para darnos a nuestros seres queridos.
Nuestros corazones están cansados
y dañados por las situaciones cotidianas,
pero delante de tu hijo hemos declarado:
“Sí, en los buenos y malos momentos, en la salud y en la enfermedad”.
Dona el eco de estas palabras a nuestros corazones,
enciende las luces apagadas
para recuperar el equilibrio de esta familia que Dios ha puesto como testigo de su amor.
Reina de la familia, a ti confío mi familia
Señor, te pedimos que estés presente en nuestra casa y en cada familia.
Ayuda y reconforta a cada familia que esté en la prueba y en el dolor.
Mira Padre a nuestra familia,
que con fe espera de ti el Pan de cada día.
Devuélvenos la serenidad, fortalece nuestros cuerpos,
para que podamos corresponder más fácilmente
a tu Gracia divina, y sentir sobre nosotros tu Amor paterno.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén
¿Quién imaginaría que el versículo más largo de la Biblia no se encuentra en los… Read More
¿Qué sucede si Jesús nos pide poner en pausa la oración? En un sorprendente pasaje… Read More
En plena época medieval, la Iglesia vivió lo que pasó a la historia como el… Read More
San Francisco de Asís reflexiona profundamente sobre el verdadero significado de la posesión y, sobre… Read More
Un camino entre espiritualidad, religión, naturaleza e historia que conecta Roma con las costas de… Read More
¿Qué significa, realmente, ser libres?A ofrecernos la respuesta a esta difícil e interesantísima pregunta es… Read More