Señor siento el desierto en mi corazón,
las cargas son muchas y ya no tengo
fuerzas, señor, infunde tu santo
espíritu, sopla sobre mí, y llevate
esta depresión que me consume
por dentro, aleja de mi todo espíritu
de tristeza, de angustia,
de agobio, de cansancio.
Aleja todo espíritu de soledad,
de falta de constancia.
Señor dame una señal, que me escuchas,
tu sabes señor que te amo pero hay
veces que me cuesta reconocerlo,
tengo un aguijón como Pablo clavado
Dame la fortaleza de tu santo espíritu,
ilumíname con tu palabra, hazme
salir de esta prisión, que me ahoga,
me asfixia, señor bendíceme,
sáname, señor, tú que has sanado
a los leprosos, al os paralíticos,
Levántame
de esta oscuridad, dame tu luz, dame
tu misericordia, perdona mis pecados
y los de mis ancestros,
libérame de toda depresión
que pudieran haber
tenido mis antepasados,
pasa sanando todo momento
traumático de mi nacimiento,
de mis primeros años de vida,
sana las etapas de mi vida.
Enséñame a perdonar, y a perdonarte.
Llena mis espacios vacios de amor,
con tu amor y tu misericordia,
y nada más
Amén
El Evangelio del día 6 de agosto nos presenta uno de los momentos más intensos… Read More
Con el Evangelio del día 5 de agosto, Jesús se revela como una presencia viva… Read More
Con el Evangelio del día 4 de agosto nos encontramos ante uno de los episodios… Read More
En un encuentro especial con cientos de neófitos y catecúmenos franceses, el Papa León XIV… Read More
Una espléndida reflexión de Cristo se nos presenta en el Evangelio del día 3 de… Read More
Con el Evangelio del día del 2 de agosto, el evangelista Mateo nos presenta un… Read More