En aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías: «País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Trasjordania.
Palabra del Señor
En el Evangelio de Mateo, Jesús pronuncia palabras que resuenan a través de los siglos… Read More
En el Jubileo mundial dedicado a los docentes, León XIV invita a redescubrir la dimensión… Read More
En el lenguaje común, la palabra querubín evoca imágenes de pequeños angelitos sonrientes, con mejillas… Read More
San Pablo nos conduce a uno de los pasajes más profundos y audaces de su… Read More
Hay un misterio profundo que atraviesa cada respiración, cada gesto, cada latido del corazón: la… Read More
El discurso misionero de Jesús, dirigido a los Doce, es uno de los textos más… Read More