ORACIÓN
De la Iberia, Hermenegildo,
eres esplendor por tu cetro real,
por de mártir la palma;
ésta te la ganó de Jesús el amor,
que entre sus almos mártires colocó tu alma.
¡Cuán grande es tu paciencia en las tribulaciones
para ser fiel a Dios en todas tus promesas!
Nada que te halague jamás tú te propones,
y reprimes cauto tus pasiones aviesas.
Del vicio los estímulos que en ti asoman
¡con cuánta prontitud y afán tú los persigues;
y con pasos y sentimientos que los doman
de la pura verdad la senda siempre sigues!
Nada puede tu padre en ti con sus caricias,
nada el ocio fatal de vida regalada;
el oro y los diamantes tú no los codicias,
y la sed de reinar en ti no puede nada.
Hacerte vacilar no logran las espadas,
ni tampoco el furor del verdugo terrible;
a las glorias del mundo tan codiciadas
prefieres tú la gloria eterna, inmarcesible.
Reinando ya feliz protégenos clemente,
y acoge con amor nuestras humildes preces
mientras que cantamos con ánimo ferviente
la palma singular que tanto tú mereces.
Gloria eterna al Padre, de todo Creador;
gloria eterna al Hijo, de todos Redentor;
al Espíritu gloria todos tributemos;
gloria a los tres sin fin, sin fin todos cantemos.
Amén.
Hacer a San Hermenegildo una petición
con mucha fe y en la esperanza
de que le dará pronto cumplimiento.
Rezar 3 Padre Nuestro.
¿Qué significa, realmente, ser libres?A ofrecernos la respuesta a esta difícil e interesantísima pregunta es… Read More
El mensaje de Carlo Acutis sobre el tema de la santificación es muy profundo y… Read More
Jesús nos habla de la acogida y lo hace de una manera desconcertante y revolucionaria.… Read More
Hacer el bien es importante, pero no suficiente: Madre Teresa de Calcuta, con la ayuda… Read More
El Papa León XIV inaugura junio con una oración inédita al Sagrado Corazón: un mensaje… Read More
En un mundo que sigue buscando respuestas, las palabras de un Papa, pronunciadas hace muchos… Read More