Señor, que bueno es saber que me escuchas y atiendes a mis necesidades, susurrando a mi espíritu tu invitación a vencer el miedo y a fiarme de Ti.
Quiero tomar buenas decisiones, diferenciar lo bueno de lo malo, esforzarme por serte fiel y no dejar que nadie me quite el deseo de complacerte.
Me cuento entre los pecadores que siempre vuelven a caer. Reconozco que me faltan las fuerzas; por eso me humillo ante Ti y clamo por tu compasión.
Como María de Betania, quisiera también ponerme a tus pies y ofrecerte el mejor de mis perfumes, que no es otro que el de hacer obras agradables a Ti.
Gracias por cuidarme, por hacerme sentir valioso e importante. Tú eres grande, poderoso, invencible, supremo, con un corazón rico en misericordia.
Me siento bendecido porque, en tu verdad y en tu amor, he encontrado esa paz que me invita a luchar con todas mis fuerzas contra todos mis vicios.
Tú tocas todas las dimensiones de mi vida y no haces diferencias entre mi riqueza o pobreza, sino en cuánto amor estoy dispuesto a entregar.
Con tu presencia rebosante en amor y perdón, estoy seguro de que podré superar toda mala inclinación. Te amo y te entrego mi corazón.
Amén
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí
Las palabras del Papa León XIV resuenan como una poderosa invitación a la esperanza y… Read More
El episodio bíblico de los cerdos endemoniados es uno de los más curiosos pero menos… Read More
En la tradición católica, existe una jerarquía angélica bien definida, dividida en "coros", cada uno… Read More
San Juan, dentro del cristianismo primitivo, desempeñó un papel de primerísima importancia. También en lo… Read More
El Santo Pontífice Juan Pablo II pronunció palabras sobre el dolor que, aún hoy, nos… Read More
Hay un aspecto de la Virgen María conocido por pocos. Este aspecto podría cambiar definitivamente… Read More