Las jaculatorias son oraciones breves pero muy poderosas, recitémosle junto.
Jesús, en Tí confío. (Jesús a santa Faustina).
Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti. (Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa – 1830).
Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu Reino. (San Dimas, Jn 19).
Dios provee, Dios proveerá. Su misericordia no faltará. (Adaptación de las palabras de Abraham a Isaac).
Oh Jesús mío, perdónanos. Líbranos de los fuegos del infierno, lleva a todas las almas al cielo y socorre principalmente a las que más te necesitan. (Nuestra Señora en Fátima)
Mi Jesús Sacramentado, te doy mi corazón. Perdona mis pecados, bien sabes cuáles son. En este mundo dame la paz y en el otro la salvación.
Oh Virgen Santísima, no permitas que yo viva o muera en pecado mortal.
Jesús es mío, yo soy de Jesús. Jesús va conmigo y yo voy con Jesús.
Señor, haz que mi lengua se suelte como flechas para que yo anuncie tus grandes maravillas (san Antonio de Padua. Rezo antes de iniciar una predicación).
Permite que te alabe, oh Virgen Santísima, y dame fuerza contra los enemigos. (beato Duns Scoto).
¡San Miguel, defiéndenos en el combate!
Gracias y honor sean dados siempre al Santísimo Sacramento.
Mi Buen Jesús, ¡piedad, piedad, piedad! (3x). (Nuestra Señora de Anguera).
Jesús, hijo de David, ten piedad de mí que soy un pecador. (Palabras del ciego de Jericó, curado por Jesús, Lc 18,38).
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu amadísima esposa. (MSM – Padre Stefanno Gobbi).
Corazón de Jesús que tanto nos amas, haz que yo te ame cada vez más.