¡Oh Milagroso Niñito Jesús! Te suplicamos que mires nuestros corazones enfermos. Deja que tu Corazón de gran misericordia se apiade y nos de la gracia que te rogamos de rodillas.
(Aquí se presenta la intención)
Límpianos del dolor y de la desesperación, de las enfermedades y desgracias que nos agobian. Acuérdate de todos los méritos de tu santísima infancia, y oye nuestra súplica.
Danos tu consolación y tu gracia para que eternamente te podamos adorar junto al Padre y al Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos.
Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad, (Pida el favor que se desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede socorrer.
Espero con toda confianza obtener tu santa gracia.
Te amo con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para triunfar.
Propongo no ofenderte y me ofrezco a ti, dispuesto a sufrir antes que hacerte sufrir.
De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo.
Niño omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta circunstancia.
(Con mucha fe, mucho amor y dando gracias, se manifiesta el milagro que desea recibir).
Concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del Cielo. Amén.
fuente: soyfelizcondios
La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More
La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More
La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More
El día del Hijo del hombre es un llamado que atraviesa los siglos, una invitación… Read More
En Belén, la Gruta de la Natividad vuelve a ser símbolo de luz y renacimiento.… Read More
En el mensaje dirigido a la Conferencia Nacional sobre las Adicciones, el Papa León XIV… Read More