Dios mío, te ofrezco a mis hijos;
Señor, que el egoísmo, la ambición, la maldad
no los desvíen del buen camino.
¡Hay tanta maldad en este mundo, Señor!
Tu sabes cómo somos débiles
Dales luz, fuerza y alegría en esta tierra, Señor,
para que ellos vivan para Ti en esta tierra; y que en el cielo,
Amén
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