En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario.” Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.”»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor
En el Evangelio del día del 7 de octubre celebramos la Anunciación, uno de los… Read More
En el octavo día de la Novena a San Carlo Acutis nos dejamos guiar por… Read More
En el Evangelio del día del 10 de octubre, Jesús nos habla de la fuerza… Read More
En el Evangelio del día del 9 de octubre, Jesús nos habla de la fuerza… Read More
En el séptimo día de la Novena a San Carlo Acutis, nuestro corazón se dirige… Read More
En el Evangelio del día del 8 de octubre, Jesús nos enseña la oración más… Read More