Postrado ante tus pies, humildemente,
Vengo a pedirte dulce Jesús mío,
Poderte repetir constantemente:
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
Si la confianza es prueba de ternura,
Esta prueba de amor darte yo ansío,
Aun cuando este sumido en amargura,
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
En las horas más tristes de mi vida,
Cuando todos me dejen, ¡Oh Dios mío!,
Y el alma este por penas combatida,
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
Aunque sienta venir la desconfianza,
Y aunque todos me miren con desvío,
No será confundida mi esperanza:
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
Si contraje contigo santa alianza
Y te di todo mi amor y mi albedrío,
¿Cómo ha de ser frustrada mi esperanza?
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
Y siento una confianza de tal suerte,
Que sin temor a nada Jesús mío,
Espero repetir hasta la muerte:
Mi buen Niño Jesús, en ti confío.
¿Quién imaginaría que el versículo más largo de la Biblia no se encuentra en los… Read More
¿Qué sucede si Jesús nos pide poner en pausa la oración? En un sorprendente pasaje… Read More
En plena época medieval, la Iglesia vivió lo que pasó a la historia como el… Read More
San Francisco de Asís reflexiona profundamente sobre el verdadero significado de la posesión y, sobre… Read More
Un camino entre espiritualidad, religión, naturaleza e historia que conecta Roma con las costas de… Read More
¿Qué significa, realmente, ser libres?A ofrecernos la respuesta a esta difícil e interesantísima pregunta es… Read More