En 1751, un barco llamado “El Gavilán” naufragó en una terrible tormenta. Los marineros que lograron quedar a flote, invocaron a la Virgen de Guadalupe. Después de sobrevivir, todos aseguraron que ella había aparecido en el horizonte y el mar se se había calmado. Todos se salvaron. Como ex voto , llevaron al santuario el mástil con el que se salvaron, y lo colocaron frente a la Capilla del Pocito. Un fuerte viento lo destruyó en 1916.
En 1791, mientras limpiaban el marco de plata de la imagen de la Virgen de Guadalupe, parte de la mezcla de ácido nítrico y agua cayó sobre el cuadro en el extremo superior derecho. A pesar de que le cayó esta mezcla corrosiva, solo quedó una mancha parecida a las que deja el agua sobre la tela de algodón. La imagen se salvó.
Se cree que salvó a la Ciudad de México del cólera luego de un triduo en su honor.
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