¡Oh mi Dios, donde estas que no te encuentro!,
No te veo en mí caminar,
He avanzado rápido por mi camino,
Y no percibo aún tu presencia.
¡Oh mi Dios!, cuanta angustia hoy me acompaña,
Mi fragilidad se empieza a desvanecer,
A mi lado veo al enemigo,
En mi vida solo encuentro peligro,
No puedo más, ven prontamente a ayudarme.
¡Oh mi Dios!, cuanta falta me hace creer en ti,
Hoy abundan los problemas,
Tengo mil cuentas pendientes,
La adversidad y la zozobra son cada día mas constantes,
Todo a mí alrededor es caos y destrucción.
He navegado por mares secos,
Por caminos desiertos,
Un bienestar que nada me aporta,
Una alegría efímera en mi vida,
El pecado y la perturbación me apartaron de tu lado,
Hoy me confieso ante ti.
Te pido que alejes de mí esta angustia,
Que mis afanes no me atropellen más,
Que pueda comprender que tú me amas,
Y entregarme sin dudar a ti,
Hoy es lo que deseo,
Amén.
El Evangelio del día 6 de agosto nos presenta uno de los momentos más intensos… Read More
Con el Evangelio del día 5 de agosto, Jesús se revela como una presencia viva… Read More
Con el Evangelio del día 4 de agosto nos encontramos ante uno de los episodios… Read More
En un encuentro especial con cientos de neófitos y catecúmenos franceses, el Papa León XIV… Read More
Una espléndida reflexión de Cristo se nos presenta en el Evangelio del día 3 de… Read More
Con el Evangelio del día del 2 de agosto, el evangelista Mateo nos presenta un… Read More