“Me regocijo por cada hijo mío que regresa a mí“, dice la Reina de la Paz de Medjugorje.
A pesar de que María nos ha regalado, durante tanto tiempo, su presencia entre nosotros, y no solo en Medjugorje y no solo en esta época, hay muchos que no creen en todos los rincones de la Tierra.
Por esto, ella constantemente enfatiza que el tiempo en que tendremos la oportunidad de convertirnos, tarde o temprano, terminará. En esta época, parece que muchos quieren hacernos creer que la fe en Dios es un cuento de hadas para los niños, sin darse cuenta de la diferencia entre el bien y el mal. ¡María viene para aclarar nuestras ideas!
Medjugorje – Mensaje, 14 de noviembre de 1985
Queridos hijos, yo, vuestra Madre, os amo y deseo invitaros a la oración. Soy incansable, queridos hijos, y os llamo aun cuando estáis lejos de mi corazón. Soy vuestra Madre y sufro por cada uno de mis hijos que se pierde, pero os perdono enseguida y me regocijo por cada hijo mío que regresa a mí. Gracias por haber respondido a mi llamada.
La Reina de la Paz nos asegura su presencia constante, por eso nos invita a nunca sentirnos solos o abandonados, incluso si caemos en el pecado. Ella nos ayudará a levantarnos y estará feliz con cada una de nuestras conquistas en la fe.
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