Dios y Señor mío,
Mi confianza está puesta en ti, yo dependo de tu protección.
Por favor, manda a tus ángeles que me lleven para que yo no tropiece ni caiga.
Dame poder para pisar sobre la cabeza de demonios que me intentan destruir.
Líbrame también de mis enemigos y de la violencia humana.
Ten misericordia de mí y no permitas que el maligno me toque, porque en ti confía mi alma.
Guárdame oh Señor, de los que desean hacerme mal, líbrame de gente perversa que planea trastornar mis pasos.
Te invoco oh mi Dios, y sálvame de mis enemigos.
Con mis ojos miraré y veré la recompensa de los malos.
Deposito mi amor en ti, por tanto, ponme en alto; por encima del mal.
Tú eres mi fortaleza, mi escudo y mi alto refugio.
En esta jornada, rescata mi vida y yo te glorificaré; muéstrame tu salvación y yo te exaltaré.
En el nombre de Jesús,
Amén!
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