En Carmiano, en la provincia de Lecce, la estatua de la Virgen llora lágrimas de sangre. Sin embargo, el párroco de la iglesia de San Antonio Abad sigue siendo prudente.
En efecto, para Don Riccardo Calabrese, “el milagro es la fe del pueblo”. Durante días, de hecho, la plaza frente a la iglesia ubicada en el pueblo de Apulia ha estado llena de fieles y espectadores que han venido a este lugar para admirar la estatua de la Virgen que llora lágrimas de sangre.
Los hechos se remontan a la tarde del lunes 3 de agosto. Una gota de líquido rojizo ha rayado visiblemente el rostro de la Virgen, que se encuentra en la Piazza Paolino Arnesano, en la ciudad de 12.000 habitantes. El primero en notarlo fue un chico que pasaba en bicicleta. Inmediatamente después se reunió una multitud, dando vida a una vigilia de oración.
De hecho, en estas áreas han ocurrido varios varios fenómenos similares en tiempos no lejanos. En los años noventa, en Nardò, ciudad poco lejana, la estatua de bronce del Padre Pío lloraba lágrimas de sangre. El prodigio duró días, pero nunca se conocieron los resultados de los exámenes.
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