No temerás el terror de la noche
ni la flecha que vuela de día
ni la peste que deambula en la oscuridad,
ni la plaga que asola al mediodía.
Sal 91: 5-6
Dios misericordioso, escucha nuestra ferviente oración por todos los que
sufren del coronavirus.
Que las personas infectadas reciban el tratamiento adecuado y la
comodidad de tu presencia curativa.
Que sus cuidadores, familias y vecinos estén protegidos
de la embestida del virus.
Dale consuelo a quienes lloran la pérdida de sus seres queridos.
Protege y guía a aquellos que se esfuerzan por encontrar una cura.
Que su trabajo pueda sobrepasar la enfermedad y restaurar las
comunidades en su totalidad y en salud. Ayúdanos a superar el miedo.
Pedimos todo esto a través de la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes,
y en el nombre de tu Hijo Jesús y el Espíritu Santo, ahora y por siempre.
Amén.
Articulo original publica por The Catholic Health Association of the United State
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