Pésame Señor y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí un Dios tan bueno y tan grande como Vos; antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar y apartarme de las ocasiones próximas de pecado. Amén
Padre de todos los hombres, compadécete de nosotros, los desterrados hijos de Eva, y dígnate escuchar las súplicas que te dirigimos por los méritos e intercesión de san José Gabriel del Rosario Brochero, sacerdote según tu Corazón y fiel pastor de una porción de tu rebaño. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
“La Hostia consagrada es un milagro de amor, un prodigio, una maravilla (…); es la prueba más acabada del amor infinito de Dios hacia mí, hacia ustedes, hacia el hombre” (Cf. Plática del padre Brochero sobre la Última Cena de Jesús).
Reflexión:
El amado Cura Brochero jamás dudó sobre cuál era el centro de su vida: Cristo. Más concretamente: ¡Cristo Eucaristía! Fue el mismo Redentor quien alimentaba la fe de este gran sacerdote en tiempos difíciles y le concedía la gracia de saber que Él mismo, vivo en la Eucaristía, también se hace presente en la persona de los que son más débiles a los ojos del mundo.
Pidamos al Cura Gaucho la gracia de ver en cada pobre, enfermo o necesitado, al mismo Cristo, al que confesamos sentado a la derecha del Padre, a la vez que lo recibimos y adoramos en la Santísima Eucaristía.
Oración:
Padre amoroso, te pedimos que, como al Cura Brochero, nos hagas experimentar el abrazo redentor de tu Hijo, vivo y presente en la Eucaristía, pues solamente así podremos acercarnos con auténtico espíritu de servicio a los más necesitados y llevarles el Evangelio de Jesucristo, el único que puede hacerlos verdaderamente libres. Que la gloriosa intercesión de este santo nos alcance de Ti esta gracia junto a la que te pedimos de modo especial en la novena (se menciona la gracia).
Padre Nuestro, Ave y Gloria.
Trinidad Santa, Dios Vivo y Creador, acoge benignamente las súplicas que te dirigimos en esta novena. Que nuestra oración te sea agradable, Señor, como lo fue la vida y la muerte de san José Gabriel del Rosario Brochero, por cuya intercesión acudimos confiados a tu Misericordia. Sea la gloria y la alabanza para Ti, único Dios verdadero, Fuente y Principio de toda Vida, Hoguera inextinguible de Amor y Premio eterno de los bienaventurados. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí
¿Quién imaginaría que el versículo más largo de la Biblia no se encuentra en los… Read More
¿Qué sucede si Jesús nos pide poner en pausa la oración? En un sorprendente pasaje… Read More
En plena época medieval, la Iglesia vivió lo que pasó a la historia como el… Read More
San Francisco de Asís reflexiona profundamente sobre el verdadero significado de la posesión y, sobre… Read More
Un camino entre espiritualidad, religión, naturaleza e historia que conecta Roma con las costas de… Read More
¿Qué significa, realmente, ser libres?A ofrecernos la respuesta a esta difícil e interesantísima pregunta es… Read More