Oh Dios mío, te pido me concedas:
Vivir en paz con mi prójimo, porque no puedo gozar de tu favor
si no vivo en unión con mis hermanos y hermanas.
Puedo perseverar en esta unión con mansedumbre y paciencia.
Dame, entonces te suplico, estas dos virtudes, y permite que siempre hable y actué amablemente con todos; pacientemente sufra por amor a ti, cualquier injuria o insulto que se me haga injustamente.
Que no me enoje u ofenda sino que pacientemente sufra todo lo que me suceda por otro.
Amén.
La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More
La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More
La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More
El día del Hijo del hombre es un llamado que atraviesa los siglos, una invitación… Read More
En Belén, la Gruta de la Natividad vuelve a ser símbolo de luz y renacimiento.… Read More
En el mensaje dirigido a la Conferencia Nacional sobre las Adicciones, el Papa León XIV… Read More