En la última aparición diaria a Jakov Colo, el 12 de septiembre de 1998, Nuestra Señora le dijo que de ahora en adelante tendría una aparición al año, cada 25 de diciembre, el día de Navidad. Así ha sido también este año. Nuestra Señora vino con el pequeño Jesús en sus brazos.
Queridos hijos, ustedes son y se llaman ‘hijos de Dios’. Si sus corazones sintieran ese amor inconmensurable que Dios tiene por ustedes, sus corazones lo adorarían y le darían gracias cada instante de sus vida. Por tanto, hijitos, hoy, en este día de gracia, abran sus corazones e imploren al Señor por el don de la fe; para que puedan llegar a ser verdaderamente dignos del nombre de ‘hijos de Dios’ que, con un corazón puro, dan gracias y honran a su Padre Celestial. Estoy a su lado y les bendigo con mi bendición maternal.
“¡Queridos hijos! Hoy les traigo a mi Hijo Jesús para que Él les dé su paz. Hijitos, sin paz no tienen futuro ni bendición, por lo tanto, regresen a la oración porque el fruto de la oración es la alegría y la fe, sin las cuales no pueden vivir. La bendición de hoy que les damos, llévenla a sus familias y enriquezcan a todos quienes encuentran, para que puedan sentir la gracia que ustedes reciben. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”
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