Oración para casos desesperados al milagroso San Pascual Bailón

El 17 de Mayo la Iglesia celebra a San Pascual Bailón, fraile franciscano conocido por su inmenso amor a Jesús Eucaristía

San Pascual Bailón

San Pascual Bailón fue beatificado el 29 de octubre de 1618 por el Papa Pablo V, canonizado el 16 de octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII y el 28 de noviembre de 1897 declarado “Patrono de los Congresos Eucarísticos y de las asociaciones eucarísticas” por Papa León XIII.

Oración

¡Oh gloriosísimo padre mío san Pascual Bailón,
que cuando eras un pequeño pastorcito a
Dios alababas con sacrificios y mortificaciones

y en el campo te colocabas de rodillas cada día
con devoción para adorar desde la lejanía la Sagrada Eucaristía.
Te suplico que hoy mires mis aflicciones y
que mediante tu santa y poderosa intercesión me puedas ayudar.

en esta desesperada situación que hoy atravieso
y no me permite contar con las cosas que necesito,
por lo que es causa de mi preocupación y ansiedad:

Realmente necesito suplicarte que puedas escuchar
mis súplicas sobre estos favores.
Tengo mucha fe en ti San Pascual Bailón, porque eres milagroso.

San Pascual Bailón glorioso,
a ti acudo pesaroso y con todo mi ser
te pido me concedas tu auxilio,
tú que ganaste tu puesto en el cielo por la sencillez
y humildad de tu alma,

Que en la tierra fuiste honrado por el Señor que hizo glorioso
y venerado tu nombre por tantos milagros
y prodigios que obraste, no desoigas las
súplicas que con mayor fervor te hago,

pide al Señor envíe a sus Ángeles para que me guíen
y a la Santísima Virgen María para que me cuide.

Y tu consigue que en breve vea solucionadas mis problemas,
que pueda recuperar lo que he perdido,
tener un techo digno donde cobijarme,

hacer frente a los gastos, pagar todo lo que adeudo
y que nunca carezca de dinero para vivir con bienestar.

También te suplico consigas que jamás ofenda a Dios,
para así vivir siempre libre de toda culpa
y así pueda obtener la salud eterna de mi alma
para gozar contigo de la grandeza celestial.

Necesito la grandeza celestial para poder alcanzar
eso que tanto he deseado.
En mi vida no quiero más que tu amor y entrega.
Me entrego a ti, mi santo Dios. En ti confío.

Amén.