¡Oh, admirable San Antonio, glorioso por los grandes milagros realizados, que merecistéis tener en vuestros brazos al Niño Jesús; obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo. Vos, que fuistéis tan misericordioso con los pecadores, no miréis mis pecados, sino la gloria de Dios, que será una vez más ensalzada por vos, y a la salvación de mi alma, unida a la súplica que ahora solicito con tanto anhelo.
Séaos prenda de mi gratitud la promesa de una vida más conforme con las enseñanzas evangélicas y consagrada al alivio de los pobres de vos tan amados.
Bendecid mi promesa y alcanzadme la perseverancia hasta la muerte. Así sea.
Puede interesarte -> Tres oraciones recientes de Dios Padre y de Jesús para todos los días
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí
La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More
La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More
La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More
El día del Hijo del hombre es un llamado que atraviesa los siglos, una invitación… Read More
En Belén, la Gruta de la Natividad vuelve a ser símbolo de luz y renacimiento.… Read More
En el mensaje dirigido a la Conferencia Nacional sobre las Adicciones, el Papa León XIV… Read More