En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario.» Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.»»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor
Puede interesarte -> ¡Silvia fue milagrosa! En Medjugorje vi una fuerte luz y luego dije adiós a la silla de ruedas
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí
En un encuentro especial con cientos de neófitos y catecúmenos franceses, el Papa León XIV… Read More
Una espléndida reflexión de Cristo se nos presenta en el Evangelio del día 3 de… Read More
Con el Evangelio del día del 2 de agosto, el evangelista Mateo nos presenta un… Read More
El Evangelio del día 1 de agosto nos presenta un texto que nos interpela sobre… Read More
Con el Evangelio del día del 31 de julio, Jesús nos invita a reflexionar sobre… Read More
El Evangelio del día 30 de julio nos presenta dos parábolas breves pero llenas de… Read More