En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
«Si quieres, puedes limpiarme».
Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo:
«Quiero: queda limpio».
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
«No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».
Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor
Puede interesarte -> LETANÍAS DE LA CONFIANZA EN EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Cuenta Instagram de la Luz de Maria -> Aquí
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Oración Inicial En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Señor… Read More
Hoy, tráeme a las almas tibias y sumergelas en el abismo de mi Misericordia. Estas… Read More
Salmo 117,1.14-15.16-18.19-21 R/. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste Dad gracias al Señor porque es… Read More
Evangelio según San Marcos 16,9-15. Jesùs, resucitado al amanecer del primer día de la semana,… Read More
A las 10 tendrán lugar los funerales del Papa Francisco en la Plaza de San… Read More