Comenzamos con una simple oración desde nuestro corazón.
Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor. Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial.
Por la señal... Acto de contrición Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre… Read More
Medjugorje: ¿Qué tiene que decirnos hoy la Reina de la Paz? Mensaje del 25 de… Read More
Salmo 2,6-7.8-9.10-11 R/. Tu eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy «Yo mismo he establecido… Read More
Evangelio según San Juan 14,1-6. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se… Read More
La expresión "camarero secreto" puede ciertamente evocar la figura de una novela de espionaje o… Read More
San Isidro Labrador fue un campesino nacido en Madrid, España, alrededor del año 1082. Es… Read More