El Papa León XIV, con un mensaje cargado de dolor pero también de esperanza, ha pedido un alto el fuego inmediato en respuesta al trágico ataque a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza.
Papa León XIV en Castel Gandolfo – LaluzdeMaria
Desde la residencia de Castel Gandolfo, el Papa León XIV expresó su profunda tristeza por las vidas truncadas y los numerosos heridos causados por el ataque militar que alcanzó la parroquia católica de la Sagrada Familia, ubicada en el corazón de Gaza. La estructura, un punto de referencia para la pequeña pero resiliente comunidad cristiana de la Franja, fue escenario de una devastación que dejó una huella imborrable.
El Pontífice describió el episodio como “una atroz herida infligida a la dignidad humana y a la convivencia pacífica”, subrayando el valor universal de la vida y la necesidad de proteger los lugares de culto como espacios de paz y refugio. El del Papa es un llamado a la paz y a la fraternidad. Al pedir un alto el fuego inmediato, el Papa León lanzó un profundo llamamiento, exhortando a todas las partes involucradas en el conflicto a deponer las armas y emprender el camino del diálogo.
Papa León XIV y la solidaridad
Con su llamado al alto el fuego en Gaza, el Pontífice exhortó a toda la humanidad a unirse en un gesto de profunda solidaridad hacia las víctimas del ataque a la parroquia de la Sagrada Familia. Invitando a los fieles y a las personas de buena voluntad a apoyar activamente los esfuerzos humanitarios, León XIV subrayó la importancia de no dejar sola a la comunidad cristiana de Gaza, afectada por pérdidas y devastación. El Santo Padre pide oración y acción concreta que busca movilizar los corazones de las personas y los recursos disponibles.
El Papa León XIV ha encendido una luz de esperanza con su apasionado llamado a la paz. Sus palabras, cargadas de compasión, recuerdan al mundo que incluso en los momentos más oscuros la solidaridad humana puede prevalecer. Son palabras que exhortan a toda la humanidad a construir puentes de diálogo en una tierra marcada por el conflicto. Su voz, que resuena en todas partes, llama a personas de toda fe y cultura a unirse por un objetivo común: el fin de la violencia y la protección de la dignidad humana. En el corazón de su mensaje resuena con fuerza la incansable esperanza de paz. Lo que prevalece en las palabras del Pontífice es la voluntad de transformar la tragedia del ataque en un punto de inflexión para la reconciliación.