En el noveno y último día de la Novena a San Carlo Acutis, nuestro corazón se llena de gratitud. Al contemplar su existencia breve pero luminosa, comprendemos que la santidad no se mide por el tiempo vivido, sino por el amor con que se vive cada instante.
Con el noveno día de la Novena a San Carlo Acutis concluye este camino de oración y reflexión. Carlo, al llegar al final de su camino terrenal, no sentía miedo. Sus palabras — “Soy feliz de morir” — no nacen de la resignación, sino de una profunda serenidad: la de quien ha vivido de manera plena y auténtica, siempre en la presencia de Dios. En él vemos la belleza de un alma que hizo de la voluntad divina su única regla de vida.
Novena a San Carlo Acutis, noveno día: la alegría de quien ha amado a Dios
Las palabras de Carlo son un testimonio que también nos habla a nosotros. A menudo tememos la muerte porque tememos no haber vivido de verdad. Pero quien vive en la gracia de Dios no tiene nada que perder: cada día se convierte en un paso hacia la plenitud, en un acto de amor que permanece para siempre.
Carlo nos enseña que la verdadera felicidad nace de un corazón que no se desperdicia. No es la cantidad de tiempo lo que importa, sino la calidad del amor. Cada minuto ofrecido a Dios se vuelve eterno. Su sonrisa, incluso en la enfermedad, era la prueba de una fe sin miedo, llena de confianza y abandono. Hoy, al concluir esta novena, pedimos la gracia de vivir como él: con el corazón firme en Dios, la mente libre de ilusiones y la alegría de quien ha encontrado el sentido de la vida en el Evangelio.
Oración inicial
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os agradezco por todos los favores y gracias con que habéis enriquecido el alma de San Carlo Acutis durante sus quince años transcurridos en esta tierra y, por los méritos de este amado Ángel de la Juventud, concededme la gracia que ardientemente os pido…
(se pide la gracia que se quiere obtener).
Novena a San Carlo Acutis, noveno día: la meditación
“Soy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin perder ni un solo minuto en cosas que no agradan a Dios.”
Estas palabras de Carlo, pronunciadas poco antes de morir, son la cumbre de su testimonio de fe. No son una despedida, sino una entrega de amor. En ellas resuena la voz de un alma que ha encontrado la verdadera felicidad: no en los placeres del mundo, sino en la fidelidad a Dios. San Carlo nos recuerda que cada momento de la vida puede ofrecerse como un don. Cuando amamos a Dios por encima de todo, incluso el sufrimiento se transforma en luz, y la muerte se convierte en un encuentro, no en un final.
Oración
San Carlo Acutis, tú que viviste cada día como un don de Dios y supiste afrontar la muerte con serenidad y confianza, ayúdame a vivir con el mismo amor, sin desperdiciar ni un solo minuto lejos de Él. Así sea.
Recemos juntos
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5 “Padre Nuestro”
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5 “Ave María”
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5 “Gloria al Padre”
Oración conclusiva
Concluimos esta novena agradeciendo a Dios por habernos dado en San Carlo Acutis un ejemplo de fe joven, clara y llena de esperanza.
Su mensaje sigue iluminando el camino de quienes buscan a Dios en la vida cotidiana: vivir bien, para morir felices.
Oración
Dios Padre de Misericordia, que has elevado a la gloria de los altares a San Carlo Acutis, para que por él Tú seas más glorificado, y nos has dado el honor de invocarlo Santo, porque vivió Tu voluntad en todas las cosas, por sus méritos, concédeme la gracia que ardientemente deseo. Amén.
Fuente: Preghiere per la famiglia
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