Evangelio+del+d%C3%ADa%2C+5+de+noviembre%3A+la+elecci%C3%B3n+del+disc%C3%ADpulo
laluzdemariacom
/2025/11/05/evangelio-del-dia-5-de-noviembre-la-eleccion-del-discipulo/amp/
Categories: Noticias

Evangelio del día, 5 de noviembre: la elección del discípulo

Seguir a Jesús significa elegir de verdad, hasta el fondo: es una invitación que no se puede acoger a medias, un camino que exige libertad interior y un corazón indiviso. El Evangelio del día del 5 de noviembre nos pone frente a una de sus palabras más exigentes.

Evangelio del día, 5 de noviembre

En el Evangelio del día del 5 de noviembre, Jesús habla a una multitud numerosa. Muchos lo siguen, pero no todos comprenden lo que realmente significa caminar detrás de Él. No basta con caminar “con” Jesús: hay que seguirlo “como” discípulos. Y el Maestro no oculta la verdad. Amar a Cristo por encima de todo —más que a la familia, los vínculos o incluso la propia vida— no es una invitación al desprecio, sino a poner a Dios en el centro, porque solo desde ahí todo lo demás encuentra equilibrio. Jesús no pide amar menos a los demás, sino amarlos de la manera correcta, libre de posesión y egoísmo. El corazón que elige a Dios como primer amor no pierde nada: se dilata, se purifica y se vuelve capaz de amar de verdad.

Evangelio del día, 5 de noviembre: la cruz como camino de libertad

Del Evangelio según San Lucas
Lc 14,25-33

En aquel tiempo, mucha gente iba con Jesús; Él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, e incluso a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. ¿Quién de ustedes, queriendo construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de poner los cimientos, no pueda acabarla, y todos los que lo vean se burlen de él, diciendo:

“Este hombre comenzó a construir y no fue capaz de terminar

O bien, ¿qué rey, al ir a enfrentarse con otro rey, no se sienta primero a considerar si puede, con diez mil hombres, hacer frente al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada para pedir condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.»

“Quien no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.” Esta frase, que puede parecer dura, en realidad encierra un secreto de libertad. La cruz no es un peso impuesto, sino una elección consciente: es la aceptación de la vida tal como es, con sus fatigas y desafíos, vivida a la luz del amor de Cristo. Cargar la cruz significa no huir de nuestro propio camino, no negar la verdad de uno mismo, sino transformar cada prueba en una ocasión de entrega. Es lo contrario de la resignación: es la libertad de quien sabe que detrás de cada herida puede nacer una bendición.

Construir con sabiduría

Jesús usa dos imágenes cotidianas —la torre y la guerra— para hacernos entender que el discipulado no es un entusiasmo momentáneo, sino un proyecto reflexionado. Quien quiere seguirlo debe “sentarse y calcular”, es decir, reflexionar, discernir y comprender si está dispuesto a darlo todo. No se trata de una fe impulsiva, sino de una elección madura, que no teme el esfuerzo porque conoce el valor de la meta. Como un arquitecto que sueña con un edificio sólido, el discípulo de Cristo debe construir su vida sobre los cimientos de la confianza y la perseverancia.

La renuncia que libera

“Cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo.” La palabra renuncia no es sinónimo de pérdida, sino de liberación. No significa despreciar lo que se posee, sino aprender a no ser esclavo de ello. El verdadero discípulo es aquel que sabe decir: “Todo es don, y todo puedo devolver.” Es esta libertad interior la que hace ligero el corazón, capaz de seguir a Cristo adonde Él conduzca, sin cadenas y sin remordimientos.

Lee también: ¿Todo parte del amor? Nos lo explica San Carlo Acutis

Published by
Fabio Amicosante

Recent Posts

Evangelio del día, 17 de noviembre: la fe que abre los ojos

La fe es un grito que nace del corazón, un deseo profundo de luz cuando… Read More

3 giorni ago

Evangelio del día, 16 de noviembre: la perseverancia que salva

La perseverancia es el aliento oculto de los discípulos, la fuerza silenciosa que sostiene en… Read More

4 giorni ago

Evangelio del día, 15 de noviembre: la fuerza de la oración

La oración perseverante es el hilo que une al hombre con Dios incluso en los… Read More

5 giorni ago

Evangelio del día, 14 de noviembre: el Hijo del hombre

El día del Hijo del hombre es un llamado que atraviesa los siglos, una invitación… Read More

6 giorni ago

Donde nació la Luz: la Natividad vuelve a resplandecer en Belén

En Belén, la Gruta de la Natividad vuelve a ser símbolo de luz y renacimiento.… Read More

1 settimana ago

Jóvenes y adicciones: la alarma de León XIV

En el mensaje dirigido a la Conferencia Nacional sobre las Adicciones, el Papa León XIV… Read More

1 settimana ago